jueves, 1 de septiembre de 2016

AMPARO DEL PODER SUPREMO III


Emuná

1 Estas son palabras del Predicador: “Escucha, hijo de la tierra y pon atención a mis palabras; porque son palabras de entendimiento y enseñanzas de vida. 2 Estaba yo en mi desesperación y clamé al Padre de la Vida y dije: ‘Luz del Universo, ¿por qué no me escuchas? 3 En Ti he puesto toda mi confianza y firmemente creo en ti, pero mi cuerpo se debilita y me consume la enfermedad; 4 mis carnes se aflojan y solo me queda aguardar la muerte, porque no recupero mis fuerzas y se apaga mi energía 5 y, sin embargo, Tú no me escuchas’.

6 Lloraba viendo como mi juventud se desvanecía comido por las dolencias y no me recuperaban ni cuidados médicos ni potentes medicamentos. 7 Cercana veía mi muerte y yo imploraba con ansiedad. Por siete noches seguidas oré al Padre de la Vida buscando su amparo y no tenía respuesta alguna. 8 La séptima noche me asaltó una fuerte somnolencia y quedé sumido en un profundo sueño.

9 Y tuve una visión en sueños, y he aquí que estaba frente a mí contemplándome con rostro severo uno como hombre rodeado de una luz maravillosa. 10 Y aquella visión me habló y me dijo: ‘Cuan torpe eres, Predicador; cuán torpe y necio eres’. ‘¿Quién eres, señor ─ pregunté con temor en mi alma ─ y por qué me hablas de tal manera?’

11 Y aquel con figura de hombre me dijo: ‘¿Por qué reclamas a la Suprema Inteligencia lo que no has sabido sacar de ti propio? 12 Yo soy Gavri’el y la Luz me ha enviado a tí para dar respuestas a tus reclamos”. 13 Al escuchar su nombre me incorporé y quise ponerme de rodillas ante el ángel bendito de la revelación; pero él me contuvo diciendo: 14 “¡Detente y no dobles tus rodillas ante mí porque solo debes honra al Padre de la Vida! Ahora, contéstame y dime ¿de qué te quejas?’

14 ‘¡Ah, señor!, dije yo, me devora la enfermedad y he pedido al Padre de la Vida que me recupere y me sane, y aunque con devoción le he implorado no he recibido el consuelo. 15 Creo firmemente en Él y predico sus enseñanzas, entonces 16 ¿por qué no me escucha?’ 17 Y dijo el ángel bendito: ‘El Padre siempre escucha y ampara a todos los que no dudan en su mente y 18 tú has dudado en tu mente y has hecho imperfecta tu oración’. 19 Protesté diciendo: “Creo firmemente en el Dios de la Vida y ninguna duda guardo de que es poderoso”.

20 Contestó entonces Gavri’el: “Creer no es suficiente como tampoco suficiente es estar convencido. 21 Es creer con convencimiento y con total seguridad, sin ningún rasgo de duda. La duda siempre está presente en la razón del hijo de la tierra. 22 Creer puedes en cualquier cosa, puedes creer en una mentira o en cualquier fábula y siempre tu razón o la razón de otro te hará dudar de tu creencia. 23 Crees que la lluvia es agua, porque estás convencido de que es agua y porque no tienes duda de ello; tus sentidos te lo demuestran. 24 Puedes creerte capaz de caminar sobre el agua de un lago, pero no puedes estar convencido de que puedes 25 porque tus sentidos te dicen que una piedra no flota en el agua, se hunde. Por tanto, no es suficiente creer’.

26 Sentí en mi alma una gran angustia y dije: ‘Entonces ¿qué esperanza podemos tener del amparo del Dios del Universo?’ 27 Y me dijo Gavri’el: ‘Contéstate tú mismo qué es la esperanza y dime si la esperanza es solo la espera de algo deseado que puede ser alcanzado. 28 No, podrías suprimir esa palabra por confianza y plena certeza en la misericordia de tu Dios y Dios nuestro, 29 entonces comprenderías que, viviendo al amparo del Altísimo y bajo la sombre del Todopoderoso, como ya se dijo, Él te librará del lazo del cazador y del azote de la desgracia. 30 Entonces para alcanzar a Dios se requiere, junto al creer, el convencimiento que nace de la confianza y de la plena certeza de poder que en ti mismo existe y que se irradia de la Suprema Inteligencia, esto es Emuná’.

31 Y dijo más Gavri’el: ‘Emuná es sacar fuerza de uno mismo confiando en la fuerza de la Suprema Inteligencia; es anhelo y confianza en el Gran Saber 32 y la certeza cierta de que su Palabra es firme y segura; 33 la emuná nace de tu ser espiritual sin necesidad de la confirmación por tus sentidos. 34 ¿Crees en la Suprema Inteligencia y sientes anhelo de su amparo? Haces bien, 35 pero esto es solo como la semilla que ha de sembrarse para que crezca un frondoso árbol. 36 Viene la tormenta y te asustas y buscas refugio; tiembla la tierra y corres desesperado y temeroso por tu vida y anhelas la protección del Padre de la Vida; 37 pero no puedes detener la tormenta ni evitar que tiemble la tierra. 38 Sin embargo, en ti, en tu alma, hay un destello de la Divinidad que te confirió el Padre 39 cuando quiso que el hombre fuera a su imagen y a su semejanza. 40 Cuando hay emuná en ti, lo que aparentemente es imposible se hace posible 42 y podrás decirles a los vientos que cesen y los vientos cesarán; podrás decirle a la tierra que cese de temblar y se detendrá el temblor; 43 podrás decirles a las dolencias que desaparezcan y las dolencias desaparecerán. 44 Todo es posible cuando de ti hay emuná’.

45 Rogué entonces que Dios me concediera emuná, pero Gavri’el me contuvo diciendo: 46 ‘Escucha Predicador y pon atención a mis palabras. La emuná no es don que regale el Padre de la Vida, sino poder que en ti mismo existe. 47 La Luz del Universo solo te concede la fuerza para desarrollar la parte luminosa de tu alma. 48 Cuando seas capaz de suprimir las tinieblas que habitan en tu alma y hagas resplandecer tu luz, 49 la chispa divina que alienta en ti, entonces alcanzarás la emuná. 50 La emuná es don de ti mismo que crece y se fortalece en la misma medida en que crezca tu espiritualidad. 51 Esfuérzate con meditaciones, en quietud, sosiego y paz, y con tu mente elevada al Universo, 52 así alcanzarás emuná. 53 Entonces, cuando ores, no habrán dudas dentro de tu razón y alcanzarás la paz y estarás ya en el camino de la perfección”.  


54 Desperté entonces y sentí que dentro de mí crecía una energía que antes no había conocido.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Livro do Abençoado Yehshua chamado o Mashíaj – Kristo

Segundo o que espera pela Luz



PROEMIO


1 Dantes de todos os tempos estava o Procreador, e com ele estava a Palavra, e a Palavra era o Supremo Deus.

2 E a Luz que habita na Luz e é consustancial à Suprema Inteligência tomou corpo humano sendo O mesmo, Pai e Luz do Universo. 3 O habitava em Deus e era Deus; mas fez-se homem para resgate dos homens. 4 Sua palavra teria força mas só seria escutada pelos humanos de boa vontade.

5 Tanto amava o Pai ao mundo e aos homens que eram sua obra mais acabada que se fez carne para que os humanos rectificassem sua conduta e suas almas não fossem condenadas.

6 Todo o que creia no filho do Pai encontrará o caminho do eterno, 7 mas aqueles que recusem ao Filho serão jogados a um lado e obrigar-se-ão a empreender numerosos ciclos de vida.

8 A Suprema Inteligência não enviou ao Filho para condenar ao mundo, senão para o salvar.

9 Ele era a Palavra, o Logos, e a Palavra existia dantes de que se formasse o universo; todo foi feito pela Palavra; sem Ele nada do existente ter-se-ia feito e 10 Ele era a Vida e essa vida era a Luz que habita entre os homens de bom proceder.

11 O nome do Pai, empero, é o Filho. É Ele quem no Princípio deu um nome ao que brotou de si, que era Ele mesmo e ao que engendrou como Filho. 12 Deu-lhe seu nome, o que lhe pertenceu; é aquele ao que lhe pertence todo o que existe em torno do Pai. Seu é o nome; seu é o Filho. 13 É possível para este o ver. Mas o nome é invisível porque só ele é o segredo do Invisível que vem aos ouvidos que estão completamente cheios dele por ele. 14 Porque, realmente, o nome do Pai não é conhecido, senão que se revela por médio do Filho.

15 Ele é quem julga as coisas secretas e ninguém pode pronunciar palavras vãs em frente a ele, porque é o Eleito ante a Suprema Inteligência, segundo sua vontade.

16 Não procurou aos ricos e aos poderosos. Falou-lhe aos humildes, aos pobres. Chamou aos desesperados, consolou aos afligidos. Não vestiu roupas finas, nem se sacudiu o pó para lhes falar aos pobres da terra.

17 A Luz falou por sua boca e sua voz parió à vida. Ele lhes deu o pensamento de sabedoria, de misericordia, de salvação, do Espírito de poder, desde a infinidad e a bondade do Pai. 18 Ele aboliu castigo e tormento, porque foram a causa de que muitos, precisados de misericordia, se extraviassem de seu rosto em confusão e escravatura. E com poder ele os perdoou e os humilhou em conhecimento.


19 O seria o Supremo Sacerdote do Povo de Deus, da estirpe de Malki-zédek, não da estirpe de Leví, pois por sempre foi consagrado; 20 de seus lábios fluiria a sabedoria e de sua boca o povo encontraria a nova Lei, a lei do amor e da piedade, porque é mensageiro supremo do Deus da Vida e o mesmo Deus.

Libro de la Sabiduría de Yehshua ben Sirac XXIV


Himno de acción de gracias

1 Quiero darte gracias, Padre y Luz del Universo, y alabarte, Dios, mi salvador. Yo doy gracias a tu Nombre, 2 porque tú has sido mi protector y mi ayuda, y has librado mi cuerpo de la perdición, del lazo de la lengua calumniadora y de los labios que traman mentiras. Frente a mis adversarios, tú has sido mi ayuda y mes has librado, 3 según la grandeza de tu misericordia y de tu Nombre, de las mordeduras de los que iban a devorarme, de la mano de los que querían quitarme la vida, de las muchas aflicciones que padecía, 4 del fuego sofocante que me cercaba, de las llamas que yo no había encendido, 5 de las entrañas profundas del Abismo, de la lengua impura, de la palabra mentirosa, 6 y de las flechas de una lengua maligna. Mi alma estaba al borde de la muerte, mi vida había descendido cerca del Abismo.

7 Me cercaban por todas partes y nadie me socorría, busqué el apoyo de los hombres y no lo encontré. 8 Entonces, me acordé de tu misericordia, Yahvahé, y de tus acciones desde los tiempos remotos, porque tú libras a los que esperan en ti y los salvas de las manos de sus enemigos.  

9 Yo hice subir desde la tierra mi oración, rogué para ser preservado de la muerte. 10 Invoqué a Dios, padre de mi Señor: “No me abandones en el día de la aflicción, en el tiempo de los orgullosos, cuando estoy desamparado. Alabaré tu Nombre sin cesar y te cantaré‚ en acción de gracias”.

11 Y mi plegaria fue escuchada: tú me salvaste de la perdición y me libraste del trance difícil. 12 Por eso te daré gracias y te alabaré, y bendeciré el nombre del Padre, Luz del Universo.

Canto de acción de gracias


Den gracias al Padre del Universo, porque es bueno, porque es eterno su amor.

Den gracias al Dios de las alabanzas, porque es eterno su amor.

Den gracias al Guardián de su pueblo, porque es eterno su amor.

Den gracias al Forjador del universo, porque es eterno su amor.

Den gracias al que congrega a los dispersos, porque es eterno su amor.

Den gracias al Escudo de Abraham, porque es eterno su amor.

¡Aleluya!

Poema sobre la búsqueda de la Sabiduría


13 En mi juventud, antes de andar por el mundo, busqué abiertamente la sabiduría en la oración; 14 a la entrada del Templo, pedí obtenerla y la seguiré buscando hasta el fin.

15 Cuando floreció como un racimo que madura, mi corazón puso en ella su alegría; mi pie avanzó por el camino recto y desde mi juventud seguí sus huellas.

16 Apenas le presté un poco de atención, la recibí y adquirí una gran enseñanza.

17 Yo he progresado gracias a ella: al que me dio la sabiduría, le daré la gloria.

18 Porque resolví ponerla en práctica, tuve celo por el bien y no me avergonzaré de ello.

19 Mi alma luchó para alcanzarla, fui minucioso en la práctica de la Ley, extendí mis manos hacia el cielo y deploré lo que ignoraba de ella.

20 Hacia ella dirigí mi alma y, conservándome puro, la encontré. Con ella adquirí inteligencia desde el comienzo, por eso no seré abandonado.

21 Yo la busqué apasionadamente, por eso adquirí un bien de sumo valor.

22 Dios me ha dado en recompensa una lengua, y con ella lo alabaré.

23 Acérquense a mí los que no están instruidos y albérguense en la casa de la instrucción.

24 ¿Por qué andan diciendo que no la tienen a pesar de estar tan sedientos de ella?

25 Yo abrí la boca para hablar: adquiéranla sin dinero; 26 pongan el cuello bajo su yugo, y que sus almas reciban la instrucción: ella está tan cerca que se la puede alcanzar.

27 Vean con sus propios ojos con qué poco esfuerzo he llegado a encontrar un descanso tan grande.

29 Alégrense en la misericordia de la Luz del Universo, no se avergüencen de alabarle.

30 Lleven a cabo su obra antes del tiempo fijado, y él les dará la recompensa a su debido momento.


Sabiduría de Yehshua, hijo de Sirá.

viernes, 11 de septiembre de 2015

No Princípio IV


1 Quis a Luz que o Homem tivesse existência eterna. E a Luz fez seu plano para resgatar ao Homem da morte, 2 porque Ele tinha encurtado a vida do Homem para que as sombras não incitassem sua soberba e se cresse igual à Luz. 3 A Luz conhecia que a mente finita do Homem jamais poderia compreender em toda sua magnitude o mistério da Suprema Inteligência.

4 O Homem podia acercar à Luz só por instinto, o instinto que lhe tinha transmitido o Grande Saber quando lhe concedeu a capacidade de pensar.

5 E encarregou o Grande Saber a seus mensageiros que preparassem o caminho do resgate do homem e o apartasse do caminho da Sombra.

Yaho’el e Abram

6 E o mensageiro maior, Yaho’el, o que serve à Luz no meio de sua luz elegeu a um homem de Ur, da terra de Caldea, onde se adoravam aos deuses e às imagens. 7 E o nome daquele homem era Abram, filho de Terah da descendencia de Noaj. 8 E Abram era crente num único Elokhin, Ahuramazda, a Luz, a Suprema Inteligência, sobre a maioria de deuses, e era poderoso em ganhados e cabeça de família e homem honesto mas rudo.  Abram era de idade madura e não tinha filhos porque sua mulher Sara’i era estéril.

9 Então o mensageiro que serve à Luz se apresentou a Abram em forma de llamarada e lhe disse: “Escuta Abram: Eu sou o poder do Inefable que pôs seus nomes em mim. Abandona Haram a cidade onde habitas e vê à terra do sul que te tenho de mostrar. Ali habitarás até que eu te diga”.

10 E Abram se postró ante o mensageiro da Luz pois disse-se a si mesmo: “Tenho visto a Elokhin e ainda vivo”. E tomou todas suas coisas, a sua mulher,  a seus servidores e seu ganhado e partiu com seu sobrinho Lot para o sul, para a terra habitada por cananeos adoradores de deuses. E Abram chegou até a região de Sikhen.

11 E estando Abram em terra de cananeos apresentou-se-lhe o mensageiro envolvido em lumes e chamou a Abram e disse-lhe: “Estas terras onde agora habitas como estrangeiro será dada como herança para teus descendentes. 12 E tu serás chamado pai de nações. 13 Os que te abençoem serão benditos; os que te amaldiçoem serão aborrecidos, 14 e por ti serão abençoados todos os homens de todas as nações ainda até dos povo que não existem agora. 15 Assim cumprirei a promessa que se lhe fizesse a teu antepassado Noaj”.

16 Então Abram, como era costume em terras de Ur, construiu um altar e sacrificou e queimou uma ovelha como homenagem ao Elokhin que lhe anunciava Yaho’el.

17 Foi depois Abram a terras de Egipto, porque tinha uma grande seca e não tinha suficiente pasto para alimentar a seu ganhado, e lá adquiriu uma mulher escrava para serviço de sua mulher Sara’i e o nome da escrava era Agar. 18 Em Egipto Abram estabeleceu-se por um tempo e aprendeu muito da cultura daquelas terras.

Abram e Lot separam-se


19 Voltou Abram à terra de Canaán junto com seu sobrinho Lot e decidiram separar-se porque não tinha espaço suficiente para que pudessem habitar juntos. Então Lot elegeu dirigir-se para o este à  região baixa do Jordán. Assim se separaram o um do outro: 20 Abram permaneceu em Canaán, enquanto Lot estabeleceu-se entre as cidades da região baixa, pondo seu acampamento para perto de Sadom. Mas os habitantes de Sadom eram perversos, adoravam deuses falsos e ante eles faziam sacrifícios de infantes.

Abram e Malki-zédek

21 Uns bandoleros atacaram a Lot, sobrinho de Abram e saquearam-lhe seus bens e apresaron a Lot. 22 Então Abram ardeu de furor e perseguiu aos bandoleros e fez-lhes batalha quando ameaçavam à cidade de Salem onde estava o assento do grande sacerdote de Elokhin Hashem, chamado Malki-zédek.

23 E Malki-zédek levava em seu espírito o espírito da Luz que tinha assumido corpo humano quando a Luz se introduziu nos genes de um casal filha da terra.

24 E derrotou Abram aos bandoleros e fez grande matança deles. E quando regressava vitorioso levando em liberdade a Lot seu sobrinho, saiu a seu encontro o Sacerdote de Salem quem lhe ofereceu uma oferenda de pan e vinho, como sinal de vida e glória. 25 E abençoou Malki-zédek a Abram dizendo: “Bendito sejas Abram do Elokhin que gerou todo o que existe”. 26 Então Abram inclinou-se ante Malki-zédek e entregou-lhe o diezmo de todo o botim que lhe tinha arrebatado aos bandoleros. 

27 Quando Abram se retirava alçou Malki-zédek os olhos para as alturas e abençoou o nome da Luz e se sentiu satisfeito do homem escolhido pelo mensageiro da Luz. 28 E Malki-zédek desde esse momento desapareceu mas sabendo que teria que regressar para trazer o ensino e a esperança da mensagem da Luz. 

A promessa a Abram

29 Após isto Yaho’el o mensageiro da Luz que habita na luz se apresentou a Abram numa visão e lhe disse: "Não te assustes ao me ver, Abram. Eu sou o Ángel da Luz e teu protector. Grande será teu recompensa”. 30 Abram replicou-lhe: “¿Que recompensa posso esperar se já entro em meus anos de idoso e não tenho filhos que me herdem? Quiçá seja um servo de minha casa quem herde-me”.

31 Yaho’el respondeu-lhe: “Equivocas-te. Teu herdeiro será um filho teu. Observa o céu e se podes conta as estrelas. Teu descendencia será tão numerosa como numerosos são os astros do universo que podes ver”. 32 Abram disse então: “Enches-me de esperanças e creio em tua palavra, Anjo da Luz”.


33 Quando entardecia, Abram pensando na promessa que tinha recebido se foi aparte para meditar. 34 Então caiu em êxtase e escutou a voz do Pai da Vida que lhe dizia: “Abram, Abram, tem por seguro que muitos de teus descendentes serão imigrantes em terras estranhas. Ali sofrerão baixo servidão e por quatrocentos anos serão tratados com crueldade; 35 mais Eu dar-lhes-ei um caudillo que lhes liberte e fundarão um povo baixo minha palavra. 36 Tu viverás longos anos e morrerás em paz e não empreenderás novos ciclos de vida porque tens sido fiel a minha palavra".

Atiende a mi clamor, que ya no puedo más

(Plegaria de David. Cuando estaba en la cueva)



1 Elevo mi voz a tí Dios, para pedirte ayuda; ansiosamente te pido compasión.

2 Ante ti expongo mis quejas, Ante tu presencia expreso mi angustia.

3 Cuando ya no me queda aliento, tú me muestras el camino.

Por la senda donde transito me han tendido una trampa.

4 Mira bien a mi derecha: ¡nadie me presta atención!

Ya no tengo dónde refugiarme, ¡A nadie le importo!

5 Por eso clamo a ti, Luz del Universo, y te digo:

 “Tú eres mi refugio, tu eres lo único que tengo en la tierra de los vivientes”.

6 ¡Atiende mis ruegos, pues me encuentro muy débil!

 Líbrame de mis perseguidores, porque son más fuertes que yo.

8 Sácame de la prisión, y cantaré alabanzas a tu Nombre:


Cuando tu favor me hayas concedido, los justos celebrarán con alegría.

jueves, 10 de septiembre de 2015

EL LIBRO DE LA BUENA NOTICIA (2)

Según Loukás discípulo de Paulo de Tarso


Nacimiento de Yehshua

1 Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. 2 Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. 3 E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.

4 Y Joseph subió de Galilea, de la ciudad de Natzeret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; 5 para ser empadronado con Mariam su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.

6 Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. 7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Los ángeles y los pastores

8 Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. 9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.

10 Pero el ángel les dijo: “No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Mashíaj el Señor. 12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre”.

13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: 14 “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”

15 Sucedió que cuando los ángeles su fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: “Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado”. 16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a Mariam y a Joseph, y al niño acostado en el pesebre.

17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. 18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.19 Pero Mariam guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.

20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.

Presentación de Yehshua en el templo

21 Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Yehshua, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido. 22 Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moshé, le trajeron a Yerushaláyim para presentarle al Señor 23 (como está escrito en la Torá: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor), 24 y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos.

25 Y he aquí había en Yerushaláyim un hombre llamado Shimeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Yisraeil; y el Espíritu Santo estaba sobre él. 26 Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. 


27 Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Yehshua lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, 28 él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: 29 “Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra; 30 porque han visto mis ojos tu salvación, 31 la cual has preparado en presencia de todos los pueblos; 32 Luz para revelación a los goyim, y gloria de tu pueblo Yisraeil”.

33 Y Joseph y la madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él.

34 Y los bendijo Shimeón, y dijo a su madre Mariam: “He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Yisraeil, y para señal que será contradicha 35 (y una espada traspasará a tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones”.

36 Estaba también allí Anna, vidente, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, 37 y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. 38 Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Yerushaláyim.

El regreso a Natzeret

39 Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Natzeret. 40 Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.

El niño Yehshua en el templo

41 Iban sus padres todos los años a Yerushaláyim en la fiesta del Pesaj; 42 y cuando tuvo doce años, subieron a Yerushaláyim conforme a la costumbre de la fiesta. 43 Al regresar ellos, acabada la fiesta, se quedó el Yehshua en Yerushaláyim, sin que lo supiesen Joseph y su  madre. 44 Y pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y los conocidos; 45 pero como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole.   

46 Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. 47 Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas.


48 Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: “Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado con angustia”.

49 Entonces él les dijo: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?”

50 Mas ellos no entendieron las palabras que les dijo.


51 Y descendió con ellos, y volvió a Natzeret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. 52 Y Yehshua crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Súplica de protección contra los violentos


1 Líbrame, Oh, Luz del Universo, de los impíos, protégeme de los violentos,

2 de los que urden en su corazón planes malvados y todos los días fomentan la guerra.


3 Ellos afilan su lengua como serpientes, en sus labios hay veneno de víboras.

4 Defiéndeme, Señor, del poder del impío, protégeme de los hombres violentos, de los que pretenden hacerme caer y han tendido una red ante mis pies: 5 los prepotentes me han colocado trampas y celadas, me han puesto un lazo al borde del camino.


6 Pero yo le digo al Padre de la Vida: "Tú eres mi Dios: Atiende, Dios mío, a mi voz suplicante”.

7 Luz del Universo, mi Dios, mi salvador poderoso que me protege en el combate.

8 No satisfagas los caprichos del perverso ni permitas que se cumplan sus proyectos; 9 para que no se enorgullezcan, y su maledicencia los envuelva.


10 Que lluevan brasas sobre ellos; que sean echados en el fuego, que caigan en lo profundo y no puedan levantarse.

11 Que los difamadores no estén seguros en la tierra; que la calamidad persiga y destruya a la gente que practica la violencia.

12 Yo sé que el Padre de la Vida hace justicia a los humildes y defiende los derechos de los pobres.


13 Ciertamente los justos alabarán tu nombre y los íntegros vivirán en tu presencia.

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